Ya
no amanece tan temprano,
el
amor que nos hizo felices
tatúa
en el corazón mil cicatrices
y
el sueño de tenerte se hace enano.
Entre
besos y guiños
se
acabaron todos los cariños,
un
día se perdió la ilusión
y
nos arrollo el tren de la separación.
Ahora
camino solo entre llantos
sabiendo
que esta tristeza si es para tanto.
A
mi corazón le arrebataron tu sonrisa
y
el pobre murió a toda prisa.
Después
de una amplia felicidad,
siempre
viene una extrema tristeza.
Siempre
quedaran sirenitas de cristal
a
las que llamarle princesa o alteza.
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