Aprendí
a ser fuerte cuando había que serlo,
a
ser bueno con todos incluso estando enfermo
a
causa de cualquier temor que padeciese
y
cualquier imprevisto que apareciese.
Como
Michael Corleone al final de todo
intente
redimirme y ser afable
pero
la vida me ha enseñado que ser demasiado amable
es
peor que ser desconsiderado de cualquier modo.
No
se puede viajar por el camino de la vida con una sonrisa,
ni
se debe ir despacio en nada cuando se tiene prisa,
si
la vida se enfada contigo perdónala tu primero.
A
pesar de lo poco que nos regalan y recibimos
queremos
ser felices y hacia allí partimos,
intentándolo
desde el primer día de Enero.
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