La
vida es demasiado corta
como
para compartirla con nadie,
la
vida es perfecta y sublime,
la
vida trata de vivir con alguien que no deprime.
Me
rompiste el corazón,
pero
tú no lo sabías.
Estas
lagrimas no son el colchón,
para
tantas osadías.
El
alcohol no ahogara las penas,
pero
hacen olvidarlas por un momento,
al
menos hace el intento
de
inyectarme una alegría en cada vena.
Mi
sirenita de cristal se rompió en pedazos,
puedo
aspirar a princesas de mejor talla
que
no den por la espalda más de un hachazo,
y
se queden mirando como el corazón se raya.
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