No
es que yo no quiera,
no
es que no queramos,
es
el destino el que quiere que perdamos
ese
tren tan próximo que nunca partirá.
Mejor
para los dos es no estar juntos,
me
harías daño, te pagaría en disgustos.
Siempre
es mejor prevenir que curar,
mejor
no querer ahora para después no olvidar.
Si
ahora no quiero después no querré,
es
sencillo y simple, yo ganas mentiré,
si
hoy no te amo mañana no lo haré.
Dentro
de unos meses cuando nadie acuda
puede
y seguro que sea así, pediré tu ayuda
rezándote
para que la pena al fin se excluya.
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