Después
de treinta años,
tu
fuga ya esta caducada.
Después
de hacerme daño,
la
nostalgia está cansada.
Mi
propósito siempre ha sido vivir,
ya
sea contigo o sin ti.
Mi
melancolía es incierta y pasajera,
ella
sabe que siempre será mi fiel compañera.
Con
litros de Martini rosado
olvido
todo el pasado,
ha sido un sueño demasiado soñado.
Por
nada no merece la pena luchar,
si
no hay premio no hace falta arriesgar
por
unos labios que no saben besar.
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