Un par de flores

Últimamente me siento débil y petrificado,
casi vivo, muerto y finalmente sepultado.
Me encuentro solo, perdido y olvidado,
ya que la buena suerte al fin me ha abandonado.

Me enfrentaba a mi mismo,
con toque atroz de cinismo,
poniendo cuernos a mi criterio,
por fin ante mis fallos me puse serio.

Afronte mis peores miedos y temores,
regale a mi destino un par de flores,
y ya no fui el peor de los peores.

Ahora que, como siempre me he equivocado,
a la ruleta rusa vuelvo a echar el dado,
y por fin consigo apartarme de tu lado.