Y otra noche más
en la que tu y yo no nos perdemos,
quizás prefieras a otro truhán
que te regale caramelos.
Puedo intentarlo a las nueve,
pero es que esta locura,
que a ti te mueve,
lleva a mi extrema amargura.
Otra vez el alma perderé,
se quedo dormida
porque sabe que no te veré.
Contigo y las demás
oportunidades perdidas
no se me pasan más.
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